La verdad es que la asignatura de Filosofía de 4º de ESO me está pareciendo de lo más interesante. Nunca pensé que me divertiría tanto en una clase y menos que nos serviría para expresarnos en nuestro día a día.
Hoy 8 de noviembre, como todos los viernes, nos hemos bajado al patio con las ganas y la ilusión de ver qué nos tenía preparado Txema.
Hemos empezado haciendo el ejercicio habitual para dominar los espacios, combinado con pequeñas interacciones donde teníamos que escenificar nuestro comportamiento ante circunstancias: un puñetazo en el estómago, una pedrada en la cabeza...etc.
Esto nos ayuda a ponernos en situación y tomar contacto con la clase (estamos acostumbrados a estar sentados y escuchando casi siempre).
A lo largo de la clase, Txema nos fue pidiendo que hiciéramos ejercicios como seguir al líder y hacer lo que él haga. Además de unas risas, esto nos ayuda a quitarnos la vergüenza que todos tenemos de hacer el ridículo.
También hemos trabajado la voz, las expresiones faciales y la vocalización, todas ellas herramientas potentes para convencer a un auditorio. Todo esto lo hemos realizado con ejercicios en los que aprendemos jugando.
Por último, hemos trabajado la improvisación y la gesticulación de nuestro cuerpo poniéndonos por parejas y contándonos cosas que nos apasionan, con gran interés y con el objetivo de convencer al compañero de que lo que te gusta es lo mejor y que debería probarlo.
La clase de hoy ha sido muy interesante y cada vez me doy más cuenta que lo que aprendemos aquí, nos va a ayudar más que otras clases a desenvolvernos en diferentes situaciones de la vida.
Marina Bernal (4º ESO B)
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