En esta sesión, los alumnos de filosofía de 4º de ESO, bajamos a la zona del pádel a realizar una serie de actividades para aprender a expresarnos mediante nuestro cuerpo.
Primero, nuestro profesor nos pidió que rellenásemos y nos moviéramos por el espacio disponible, sin tocarnos, en silencio y concentrándonos. Hecho esto, nos empezó a nombrar una serie de emociones, y nos pidió que las mostráramos a la persona que nos cruzáramos al andar.
Después de esto, nos pusimos en un círculo y realizamos tres actividades o juegos. En el primero, nos teníamos que "pasar" la palmada de distintas formas a la mayor velocidad posible; en el segundo, teníamos que recrear con nuestro cuerpo la vida de una flor, desde que es un capullo, hasta que florece y hasta que se marchita; y, por último, hicimos un juego para aprender a modular la voz en distintos grados.
Luego, hicimos una actividad para conocer mejor nuestro cuerpo, ser conscientes de él y, con su ayuda, aprender a expresarnos mejor. Primero, nos sentamos formando un círculo y cerramos los ojos. El profesor nos iba indicando qué parte del cuerpo era la que teníamos que trabajar y seguíamos las instrucciones que nos daba: moverla, estirarla, flexionarla o realizar acciones relacionadas con esa parte del cuerpo. Por ejemplo: giramos las muñecas, las estiramos, las fexionamos e hicimos la acción de batir un huevo.
Por último, nos tumbamos, nos relajamos y el profesor nos pidió que pensáramos en un momento satisfactorio de la semana. Unos minutos más tarde, nos incorporamos y narramos, con el mayor detalle posible, nuestras experiencias. La mayoría estaban relacionadas con la comida o el visitar a un familiar, lo cual me pareció muy curioso.
Nuria Espinosa Sánchez
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